No es demagogia, es estadística.

 Después de investigar detenidamente las páginas del INE y el Instituto de las Mujeres, reconozco que por primera vez en mi vida, ya que mi información sobre estas cifras se ha limitado hasta ahora básicamente a las noticias que salpican de vez en cuando los periódicos o telediarios, sobre todo cuando el INE publica alguna encuesta que resulta más o menos polémica.

He de decir que realmente he cerciorado (tristemente) lo que ya me imaginaba.

Estudié Derecho y en la Facultad éramos mayoritariamente mujeres (eso sí, los catedráticos eran todos hombres, las mujeres eran todas profesoras adjuntas), sin embargo con el paso de los años, cuando ves a unos y otros compañeros, la inmensa mayoría de ellas se han dedicado a otras cosas, no llegando nunca a ejercer el Derecho o han hecho unas oposiciones.

Mi impresión durante mi etapa de estudiante no era tan desacertada según nos muestra parte de una infografía sacada de la página web del Instituto de las Mujeres: www.inmujeres.gob.es


El ámbito público se convirtió en la única opción para muchas de nosotras, sobre todo llegada determinada edad, en la que te vuelves susceptible de ser madre, de entrada ya eres menos “rentable” que un hombre, que no va a coger baja de maternidad (por eso es tan importante que el permiso por nacimiento y cuidado del menor se haya igualado en 16 semanas para ambos sexos) o no va a pedir reducciones de jornada para cuidar a los hijos.

Las cifras hablan por sí solas:


Por otra parte y no menos significativo:

Efectivamente el alumnado universitario es mayoritariamente femenino, pero hay un gran diferencia en cuáles son las carreras elegidas mayoritariamente por las mujeres (tendencia a esa faceta de “cuidadoras” que tanto se nos ha inculcado), tal vez por la información que recibimos durante toda nuestra vida de manera inconsciente, las “cosas de niños y niñas” tal y como nos mostraba el video del Módulo 1 en el que se cambiaba el vestuario a un niño y una niña pequeños, los niños no elegían los juguetes, jugaban con los que los bienintencionados adultos les daban, con un sesgo de género que nos debería hacer reflexionar sobre los prejuicios que de manera inconsciente inculcamos en los niños y que creo que se ve claramente en estas estadísticas. En las carreras que llegado el momento eligen, ¿han decidido libremente o es fruto de años y años de bombardeo informativo sexista?

Si acudimos a la página del INE (https://www.ine.es), reconozco que en mi trabajo la frecuento de vez en cuando pero nunca para ver estos apartados sumamente interesantes; Mujeres y Hombres en España, en su apartado: “8 Poder y toma de decisiones”, si vamos al apartado Mujeres en altos cargos públicos y privados,  la diferencia de representación es bastante notable:


Cifras sorprendentes ya que si consultamos los Excel con las estadísticas divididas por sexos disponibles en; https://www.inmujeres.gob.es/MujerCifras/Educacion/AlumnadoUniversitario.htm

Vemos que los alumnos matriculados en Licenciaturas (he elegido las Licenciaturas y los años del 2000 al 2011 que es cuando dejan de haber estadísticas del INE sobre estos estudios, entendiendo que es gente que lleva unos años de vida laboral, con posibilidades de “hacer carrera”) en las Licenciaturas de; Administración y Dirección de Empresas, Economía y Derecho, desde el año 2000/2001 a 2010/2011 al menos el 50% (y en aumento a lo largo de los años) de los alumnos de estas Licenciaturas eran mujeres, hecho que no se refleja en los puestos de poder.

En la Administración General del Estado la diferencia no es tan acusada. Se tiende más a la paridad, claro que habría que compararlo con el porcentaje de funcionarios mujeres y hombres que ejercen su labor en la Administración General del Estado, porque si el número de funcionarias es de, pongamos, un 75% (por lo menos en mi Dirección Provincial está cerca de esa cifra) la sensación de paridad no sería tal, daría que pensar, que el grosso de mujeres no llega a puestos de poder e influencia.

Solo hay que echarle un ojo al mundo judicial:

En más de 40 años ninguna mujer ha presidido el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Supremo o la Audiencia Nacional.

O a las instituciones de la Unión Europea, que lleva muy a gala la lucha por la igualdad:

Quitando la Comisión Europea el resto de instituciones dejan bastante que desear (lo del Banco Central Europeo da que pensar), parece que hay ámbitos en los que aún resultan molestas las mujeres, tal vez porque supone demasiado cambio en las reglas del juego establecido durante generaciones.

Considero que no vamos por mal camino, pero podría ser mucho menos lento, a veces considero que la sensación de avance es mayor del avance real y que muchas cifras estudiadas con detenimiento son bastante descorazonadoras.

 

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